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17 septiembre 2019

Un juez del Tribunal de Primera Instancia de Port-au-Prince ordenó la liberación el 16 de enero de 17 personas que se encontraban detenidas ilegal y arbitrariamente desde hacía varios años. La decisión se produjo un recurso de hábeas corpus presentado por dos abogados reclutados por Abogados Sin Fronteras Canadá (ASFC) en apoyo a la Oficina de Protección al Ciudadano (OPC) de Haití como parte del proyecto Acceso a la Justicia y Lucha contra la Impunidad en Haití.

 

En su decisión, el Decano del tribunal indicó claramente que los solicitantes se encontraban en detención preventiva prolongada desde hacía varios años, sin que tuvieran posibilidad de comparecer ante un tribunal llamado a pronunciarse sobre su destino. Algunos de estos solicitantes pasaron hasta 10 años en detención preventiva, a veces por delitos que les habrían valido solo 3 años si hubieran sido juzgados y sentenciados.

 

El éxito de la acción encabezada por los abogados Jean Bonald Fatal y Atzer Alcindor es todo menos ordinario. El director general de la OPC también ha calificado el 16 de enero como un «gran día» marcado por la liberación de los 17 detenidos.

 

«Esta es la primera vez en los anales de la justicia haitiana que se ejerce una acción colectiva y que se otorga una respuesta favorable.»

 

Licenciado Auguste, director general de la OPC

 

Señor Auguste dio la garantía de que esta experiencia piloto se repetirá en otras prisiones. Además, diez presos más deberían ser liberados en los próximos días.

 

Condiciones de detención, una experiencia deshumanizante

 

Según estadísticas de diciembre de 2018, la Penitenciaría Nacional, equipada para recibir a 1.200 detenidos, albergaba a 4.126 reclusos, incluidos 421 condenados, 13 en libertad y 3.692 en espera de juicio.

 

Hasta el 18 de enero de 2019, Patrick era uno de los 3692 detenidos en espera de juicio. Fue arrestado en 2008 por cargos de asociación ilícita.

 

«Estuve en la sala de instrucción una vez. Desde entonces he estado esperando. A pesar de las numerosas gestiones de mi hermana y de las promesas de algunos abogados, mi situación no ha cambiado»

 

Patrick admite haberse beneficiado de dos años de libertad gracias al terremoto del 12 de enero de 2010 antes de ser devuelto a prisión en 2012, en virtud del mismo cargo.

 

“Vivir en la Penitenciaría Nacional es una experiencia indescriptible y deshumanizante. Nunca hubiera imaginado que los humanos pudiéramos sobrevivir en condiciones tan insalubres, de falta de atención e infraestructura”, explica. “Lo que he pasado en los últimos años, no se lo deseo a nadie. Ni siquiera a mi peor enemigo”.

 

La situación de los detenidos está en el centro del trabajo de la OPC que, con el apoyo de ASFC, pretende continuar asegurando el cumplimiento de los estándares nacionales e internacionales en términos de condiciones de detención y respeto a los derechos de los acusados.