“Los esfuerzos estatales por garantizar la no repetición suelen limitarse a garantizarle a las víctimas que no vuelvan a serlo, pero ¿qué hay de los jóvenes y su responsabilidad en la sociedad?”
Por: Angela María Giraldo Garzón
La Corte Constitucional define las garantías de no repetición como todas las acciones dirigidas a impedir que vuelvan a realizarse conductas con las cuales se afectaron los derechos de las víctimas. Muchos conceptos de garantías de no repetición dirigen las acciones en cabeza del Estado y sus instituciones, con un enfoque encasillado en la relación entre víctimas y victimarios.
Este concepto, no obstante, se queda corto al momento de educar a las nuevas generaciones como garantes de la no repetición, pues deja en el aire la impresión del conflicto armado como un fenómeno que se dio y que afectó a nuestros padres y abuelos, pero que poco o nada tiene relación con nosotros. Los esfuerzos estatales por garantizar la no repetición suelen limitarse a garantizarle a las víctimas que no vuelvan a serlo, pero ¿qué hay de los jóvenes y su responsabilidad en la sociedad?
La no repetición es tarea de todos, es un esfuerzo permanente y activo de la juventud por conocer la historia, sus actores, sus patrones y las graves violaciones a derechos humanos que se dieron con ocasión del conflicto, con el fin de prevenir desde los primeros indicios de repetición patrones históricos de violencia.
Gracias a la pasantía con Abogados sin fronteras y el trabajo en la JEP, entendí que al Estado le corresponde responderles a las víctimas y crear un marco de reparación integral dirigido prioritariamente a ellas, tal como lo señala el Acuerdo de Paz. Pero a nosotros como jóvenes nos corresponde la tarea más importante y de largo alcance, como garantes de la paz, que empieza por interesarnos e instruirnos en historia, en conocer los patrones de violencia que no queremos que se repitan y actuar con iniciativa y liderazgo para que, a partir de pedagogía y consciencia, logremos la construcción de la paz.
Gracias a esta oportunidad conocí las estrategias de reparación a los daños generados por la violencia, pero entendí también y creo que fue lo que más me marcó, mi rol como constructora de paz, mi responsabilidad para que las futuras generaciones no busquemos reparar el daño, sino evitar activamente que se produzca.
Biografía:
Angela María Giraldo Garzón, tiene 24 años, es abogada de la Universidad Externado de Colombia. Le apasiona trabajar por la defensa de los derechos humanos, especialmente de los niños, por ello se dedica cada día en ampliar sus conocimientos en derecho penal y derechos humanos. Ha trabajado como analista en investigación del fenómeno del paramilitarismo en la región del Urabá en Colombia.
Sobre el programa de pasantías de ASF Canadá y la JEP