El 25 de noviembre de cada año, el mundo se une por una causa esencial: poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. Este día marca el inicio de 16 días de activismo contra la violencia de género, una campaña internacional que culmina el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. Este vínculo simbólico entre ambas fechas pone de relieve una verdad ineludible: la violencia de género es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas en el mundo.
¿Por qué el 25 de noviembre?
Esta fecha honra la memoria de María Teresa, Minerva y Patria Mirabal, tres hermanas de la República Dominicana, activistas por la libertad que fueron brutalmente asesinadas en 1960. Desde 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce oficialmente el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, haciendo un llamamiento a los gobiernos y a las organizaciones de la sociedad civil para que sensibilicen a la opinión pública sobre esta lacra.
Por qué cuentan los 16 Días de Activismo
Desde su creación en 1991 por el Women’s Global Leadership Institute, los 16 Días de Activismo han servido de palanca para :
– Movilizar a gobiernos, organizaciones y ciudadanos en torno a la prevención y eliminación de la violencia de género.
– Instar a una mayor inversión para lograr la igualdad de género de aquí a 2030, en consonancia con los ODM.
El lema de este año: «Cada 10 minutos, una mujer es asesinada. #NoExcusa. ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres» llama la atención sobre la alarmante escalada de violencia contra las mujeres.
¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género se refiere a cualquier acto dañino cometido contra la voluntad de una persona y basado en los roles de género, prejuicios o estereotipos transmitidos en la sociedad. Este tipo de violencia afecta principalmente a mujeres, niñas y personas de la diversidad sexual y de género, pero puede afectar a cualquier persona, a menudo con el objetivo de dominar o humillar, y puede adoptar formas físicas, sexuales, psicológicas o económicas. Esta violencia suele tener como objetivo dominar o humillar, y puede adoptar formas físicas, sexuales, psicológicas o económicas, que van desde el acoso sexual, el control coercitivo y la violencia doméstica hasta la trata de seres humanos, el matrimonio forzado o precoz, etc.
Estas formas de violencia se producen en diversos contextos, como las relaciones románticas, familiares, comunitarias o profesionales, y a menudo se ven reforzadas por las desigualdades sociales y culturales. Persiste debido al silencio que rodea a estos problemas y a la falta de apoyo a las víctimas. Este es especialmente el caso de las personas pertenecientes a grupos marginados o que se enfrentan a discriminaciones cruzadas.
La violencia contra las mujeres es una forma específica de violencia de género, arraigada en desigualdades históricas y estructurales, dirigida contra mujeres y niñas por razón de su sexo. Es importante diferenciar estos conceptos para adoptar respuestas integradoras que reconozcan la diversidad de las víctimas y las causas específicas de la violencia, al tiempo que se ponen de relieve las injusticias sistémicas que afectan especialmente a las mujeres y las niñas.
Una realidad mundial alarmante
La violencia de género sigue siendo una crisis mundial:
Casi 736 millones de mujeres -una de cada tres- han sufrido violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.
Más del 86% de las mujeres -es decir, 4 de cada 5 mujeres- viven en países sin una protección jurídica sólida (acceso al patrimonio familiar, derecho a la herencia, etc.).
Sólo el 0,2% de la ayuda oficial al desarrollo mundial se dedica a prevenir la violencia de género.
Fuente: ONU Mujeres
Estas cifras revelan una necesidad urgente: ¡hay que actuar para denunciar esta violencia y garantizar los derechos humanos de todos, sin discriminación!
Violencia contra las mujeres: una violación del derecho internacional
Varios instrumentos internacionales clave protegen a las mujeres de la discriminación y de toda forma de violencia:
– La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948): Afirma que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y prohíbe toda forma de discriminación.
– La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979): Compromete a los Estados Partes a tomar todas las medidas necesarias para proteger a las mujeres contra la violencia, tanto en el ámbito privado como en el público.
– La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de 1993: define la violencia contra la mujer como un obstáculo importante para la igualdad, el desarrollo y la paz.
– Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): el ODS 5 pide la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas para 2030.
Estas normas obligan a los Estados a adoptar medidas concretas para prevenir la violencia, proteger a las víctimas y supervivientes y castigar a los agresores.
Unamos nuestras voces por un mundo sin violencia
Del 25 de noviembre al 10 de diciembre, sigue nuestras redes sociales donde compartiremos recursos e historias inspiradoras.
Participemos juntos en esta campaña mundial para decir no a la violencia de género. Los derechos de las mujeres son derechos humanos: actuando ahora, contribuimos a un futuro en el que estos derechos se respeten plenamente.
💙 Unamos nuestras voces por un mundo sin violencia.