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17 mayo 2024

Mónica Linares, directora de la asociación ASPIDH, sostiene una tarjeta de identidad gigante en una manifestación por el derecho al cambio de nombre en El Salvador.

Mónica Linares, una mujer transgénero de 43 años, es activista y defensora de los derechos humanos. Es cofundadora y actual directora de la Asociación Solidaria Para Impulsar el Desarrollo Humano Arcoíris Trans (ASPIDH), una organización socia de ASFC en El Salvador. Crédito de la foto: Kellys Portillo.

«Cuando los derechos de las personas LGBTQ+ retroceden, toda la sociedad retrocede»*

 

 

*Eslogan de la campaña 2024.

 

El Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia fue iniciado en 2003 en Quebec por

la Fundación Émergence. La fecha del 17 de mayo hace referencia al 17 de mayo de 1990, fecha en la que

la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de su lista de trastornos mentales.

 

 

 

El día de sensibilización sobre los problemas de la diversidad sexual y de género es una oportunidad para recordar las protecciones existentes en el derecho internacional. Con este fin, hemos preparado una ficha técnica sobre estas protecciones y las obligaciones de los Estados que las acompañan.

 

Consultar la ficha técnica

 

 

 

¿Por qué es importante recordar las protecciones que ofrece el derecho internacional a las personas de la diversidad sexual y de género?

 

 

A pesar de los importantes avances en las últimas décadas, los derechos de las personas de la diversidad sexual y de género han sufrido recientemente retrocesos y cuestionamientos, tanto en Canadá como en otras partes del mundo. Reafirmar las protecciones que ofrece el derecho internacional a las personas de la diversidad es esencial para promover y proteger sus derechos humanos, combatir la discriminación y la violencia en su contra, fomentar la armonización de las leyes nacionales con las normas internacionales, sensibilizar y educar a la población general, ofrecer recursos en caso de violaciones, prevenir abusos y fortalecer la solidaridad internacional.

 

Trabajar por los derechos de las personas de la diversidad sexual y de género es también trabajar por una sociedad más justa para todos y todas. La promesa de transformación que está en el corazón de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) es no dejar a nadie atrás («Leave no one behind», en inglés, o LNOB). Esto significa que cada persona, sin importar su raza, origen étnico, sexo, orientación sexual o capacidades, debe estar integrada en la economía y la sociedad. También significa que cada persona debe ser capaz de participar y contribuir al desarrollo sostenible, y beneficiarse de él.

 

 

En 2024, más de 60 países todavía criminalizan la homosexualidad, solo 25 países permiten la transición de género por autodeterminación y 13 países criminalizan la transidentidad.

 

En más de 60 países, leyes discriminatorias criminalizan las relaciones privadas y consensuales entre personas del mismo sexo. Más globalmente, un informe oficial de las Naciones Unidas sobre los derechos de la diversidad sexual y de género presenta pruebas de violencia sistémica, hasta llegar a homicidios, y de discriminación dirigida contra las personas de la diversidad sexual y de género, incluyendo el ámbito laboral, los servicios de salud (en particular el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva para los hombres trans) y la educación, en todas las regiones del mundo.

 

En Canadá, también se observa una tendencia al alza en los crímenes de odio y los cuestionamientos de los derechos de las personas de la diversidad sexual y de género. Entre 2020 y 2021, los crímenes de odio relacionados con la orientación sexual y la identidad de género aumentaron un 64%, según Estadísticas Canadá. En 2023, la libertad de expresión relacionada con la identidad de género fue cuestionada en varias provincias canadienses. Algunas provincias incluso adoptaron políticas discriminatorias, en violación de varios derechos humanos. ASF Canadá envió recientemente un informe al experto independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género señalando estos retrocesos.

 

Los derechos de las personas de la diversidad sexual y de género en el derecho internacional

 

Los derechos dedicados a la protección de las personas de la diversidad sexual y de género no son nuevos derechos. Son los mismos derechos previstos en los instrumentos internacionales y regionales ya ratificados y ampliamente aceptados por los Estados, que prohíben la discriminación basada en la orientación sexual, la identidad de género o cualquier otra característica relacionada con la orientación sexual o la identidad de género. Por ejemplo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, proclama el derecho a la no discriminación. La interpretación generalmente aceptada de esta disposición incluye la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género.

 

Estos derechos incluyen el derecho a la privacidad; el derecho a vivir sin violencia, el derecho a casarse y formar, o no, una familia con la persona de su elección; el derecho a acceder a servicios de salud sexual adaptados a sus necesidades; el derecho a acceder al mercado laboral; el derecho a tener una vida sexual segura y satisfactoria sin importar el sexo, la identidad de género o la expresión de género de su pareja; el derecho a la educación; el derecho a reunirse; y el derecho a expresarse libremente, incluyendo expresar su identidad a través de su nombre y su género.

 

Como lo demuestra el marco jurídico internacional y regional, el respeto debido a las personas de la diversidad sexual y de género es transversal y global. Impone una igualdad de trato en la implementación y disfrute de todos sus derechos humanos, al igual que aquellos que no forman parte de la diversidad sexual y de género.

 

Consultar la ficha técnica