A Fatoumata Sidibe siempre le ha apasionado el Derecho: ya en la escuela secundaria, veía con gran interés películas jurídicas y vistas judiciales. Sensible a las numerosas injusticias de su país, soñaba con ser magistrada.
«La ley es un pilar de nuestra sociedad», dice Fatoumata.
En su voz suave se percibe la determinación. La joven abogada va camino de realizar su proyecto profesional. En 2023, logró aprobar el concurso de magistratura después de seguir la formación preparatoria impartida por Abogados Sin Fronteras Canadá. Será una de las pocas magistradas del país, Malí cuenta con unas cincuenta y en algunas regiones, como Kidal, no hay ni abogadas ni magistradas.
A diferencia de otras jóvenes, Fatoumata contó con el apoyo de su familia para lograr la carrera de sus sueños. Su padre, funcionario, quería verla triunfar en su vida profesional. Su madre le dio apoyo moral. Su tío la alojó en Bamako, lo que permitió a la joven, que vivía en la región de Koulikoro, estudiar en la capital maliense. Sin embargo, el camino hacia su título estuvo sembrado de escollos, como las dos horas diarias de trayecto para llegar a la universidad, la escasez de libros de texto y la visión a menudo desfavorable de la sociedad maliense hacia el acceso de las mujeres al mercado laboral.
«La sociedad maliense no apoya a las mujeres para que alcancen sus metas profesionales. Para las mujeres, el primer logro es el matrimonio. Y estudiar Derecho requiere mucha determinación y tiempo, lo que es difícil para una mujer casada o con hijos», afirma.
Malí necesita urgentemente mujeres abogadas, magistradas y juristas en general. El conflicto armado, que está provocando una agitación sociopolítica, ha aumentado el riesgo de violaciones de los derechos humanos y exacerbado la violencia de género: violaciones en grupo, explotación sexual de mujeres desplazadas, matrimonios forzados y matrimonios infantiles, y condiciones de vida que a veces se asemejan a la esclavitud.
Les données les plus récentes révèlent que le Mali ne compte que sur 59 femmes magistrates sur 528 en activité. C’est dix fois moins que d’hommes.
La formación preparatoria para el concurso de magistratura ofrecida por Abogados sin Fronteras Canadá permitió a Fatoumata descubrir el campo de los derechos humanos. Es un área de especialización que resuena con sus valores profundamente arraigados.
«La gente no conoce sus derechos. Como magistrada, pretendo comprometerme con la promoción y protección de los derechos humanos y luchar contra todas las formas de violencia de género».
Es consciente de que las necesidades son grandes en las zonas rurales y alejadas de la capital.
«Estoy dispuesta a ir a ejercer mi profesión al norte o al centro del país. Estaría encantada de ser cobijada por cualquier parte de Malí. Esto es Malí».
Algunos datos sobre el acceso a la justicia en Malí
– Con una población de más de 22 millones de habitantes, Malí sólo cuenta con 528 magistrados, 4 veces menos que las normas internacionales.
– La inestabilidad política y de seguridad, los altos costos de matrícula y la concentración de las facultades de derecho en regiones urbanas son obstáculos importantes para acceder a la magistratura.
– La carrera universitaria dura cuatro años y los estudiantes deben superar un concurso de admisión.
– Pocos concursos se han organizado desde 2022 y los cursos de formación preparatoria son escasos, con poca atención al derecho internacional y los derechos humanos.
– Sólo el 12% de las mujeres de Malí tienen empleo.
Fuentes:
Análisis de género plus (ASF Canadá)
Análisis comparativo de las dificultades de acceso a las profesiones jurídicas y judiciales de los jóvenes abogados, en particular de las mujeres, en Malí (ASF Canadá, en francés)
Mujeres asalariadas % de población femenina empleada (Banco Mundial)
El proyecto «Apoyo a la justicia y la paz en Malí» (JUPAX), financiado por Global Affairs Canada, pretende capacitar a mujeres, niñas y personas en situación de vulnerabilidad para que puedan reclamar y ejercer efectivamente sus derechos humanos.
El curso de formación preparatoria para el examen de magistrado forma parte del programa de relevo generacional del proyecto JUPAX, y tiene por objeto formar a jóvenes abogados de Malí y ofrecerles una experiencia pertinente que les prepare para la vida profesional.